
June Squibb ofrece una actuación estridente, conmovedora y deliciosamente inapropiada en Eleanor the Great, el sorprendentemente seguro debut como directora de Scarlett Johansson. A sus 95 años, Squibb demuestra que no solo roba escenas, sino que es la escena misma.
La película comienza con Eleanor Morgenstein, una nonagenaria ágil e independiente que vive en Florida con Bessie, su mejor amiga de toda la vida. Tras el repentino fallecimiento de Bessie, Eleanor se muda a Nueva York para vivir con su hija y su nieto. Pero lo que comienza como un drama familiar pronto se convierte en una maraña de identidad, duelo y una sinceridad performativa.
La entrada accidental de Eleanor en un grupo de apoyo para supervivientes del Holocausto la lleva a apropiarse del traumático pasado de Bessie como si fuera suyo. Es un acto escandaloso, que la película explora con humor y moderación emocional. Si bien Johansson no profundiza del todo en la moral, presenta a Eleanor no como una villana, sino como una mujer abrumada por la pérdida y desesperada por encontrarle un sentido a la vida.
La fuerza de la película reside en la electrizante interpretación de Squibb, tan mordaz como desgarradora. Erin Kellyman ofrece un contrapunto contundente como Nina, una joven periodista atrapada entre la verdad y la compasión.
Aunque Eleanor the Great no siempre logra el equilibrio tonal adecuado, es una demostración convincente de Squibb y un prometedor comienzo para la próxima actuación de Johansson tras las cámaras.
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Crédito de la foto: Cubankite / Shutterstock.com